Esta pasada madrugada --concretamente, a las 2 : 57 am-- vi, en mi ordenador, y en directo, la salida del último minero chileno, atrapado en la Mina de San José.Fué muy emocionante, porque, con él, se habían salvado 33 mineros, 33 vidas.
Luis Urzúa fué el último minero, en salir a la superficie, porque, allí abajo, era el Jefe de todo el grupo.Cuando salió, se dirigió, al Presidente de la República de Chile, Sebastián Piñera Echenique, y le dijo: "Presidente, le paso el testigo.Espero que ésto no vuelva a ocurrir" --refiriendose al accidente que se produjo en la mina y que dejó aislados a los 33 mineros--.Y el Presidente contestó que se van a reforzar las medidas de seguridad.Tambien felicitó, a Luis, por haber dirigido tan bien a sus compañeros, desde el 5 de Agosto, que ocurrió el accidente.
Pero, sobre todo, la escena que más me emocionó, fue la protagonizada por Mario Gómez, el minero más veterano, de 65 años, quién, nada más salir de la cápsula, que lo subió a la superficien, se arrodilló, para rezar y darle gracias a Dios, por estar vivo, despues de 69 dias, encerrado a 622 metros de profundidad, con tantos años y enfermo (tiene Silicosis, entre otras cosas).Estuvo un buen rato y aquello me impresionó, porque, estos dias, he oido hablar de que por lo menos una Cadena de Televisión quiere grabar la experiencia de estos mineros, actuando ellos; también hay interés por rodar una película, tambien con ellos.Y supongo que muchos Medios de comunicación querrán hacerles entrevistas --he oido que ofrecian hasta 5.000 Euros, por una entrevista--.Pero...detras de tanto interés económico --que, sin duda, a ellos no les vendría mal ese dinero--, está la parte humana: los valores de solidaridad, entrega, compañerismo, humildad y otros valores, que ellos han tenido la oportunidad de poner en práctica y nosotros ahora tenemos la oportunidad de aprender de su ejemplo.
Un gesto de humildad, por ejemplo, el que ha tenido el único minero Boliviano, al rechazar la oferta, de su Presidente, de volver a Bolivia, en el avión Presidencial.Es admirable la dignidad de estos hombres, entregados a un trabajo tan duro y tan poco valorado.
Gracias a la Globalización, que estamos viviendo, en los ultimos años, varios paises --como estados Unidos, Canadá, Alemania...-- han colaborado, de una forma magistral, en el rescate de estos mineros y, tambien, al rededor de 1000 millones de personas, hemos podido ver, en directo, dicho rescate, durante las 24 horas que ha durado.Para mí, son señales, que nos envía Dios, para que aprendamos a estar, cada vez más unidos y defendiendo el Derecho a la vida --como estos mineros han luchado, para salvar sus propias vidas-- y para que seamos más sensibles a las necesidades de los más débiles.
Efectivamente, Dios nos pone señales, en nuestro camino, para que reflexionemos sobre nuestra vida; pero sobre todo, en relación con la de los demás.Quiero recordar otro detalle muy importante, en este rescate: uno de los mineros, al salir, enseñó un teléfono, muy rudimentario, que que tenían ellos, para comunicarse con el exterior --con otros compañeros suyos--, al principio, despues del accidente.Gracias a ese teléfono, se pudo avisar, al equipo de rescate.Este minero comentaba: "A veces, con cosas tan pequeñas, se pueden hacer cosas muy grandes".
El Presidente Piñera, hablando con un minero y un tecnico, del equipo de rescate, comentó: "Primero la angustia, despues la esperanza y, ahora, la alegría".Me gustó mucho esta frase y quiero sumarme a esta alegría, que están viviendo, en Chile, todos los que, como yo, apuestan por la vida.
¡¡¡Enhorabuena a todos los que han participado en este rescate histórico y felicidades a los 33 mineros y a sus familias!!!!.